Robotic Talks by MiR pone de manifiesto la incorporación transversal de la robótica en la sociedad y sus retos en un futuro próximo

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El pasado 23 de noviembre tuvo lugar la primera edición de Robotic Talks by MiR, un encuentro en modalidad online en el cual participaron expertos en automatización procedentes del ámbito académico y empresarial. Durante el foro de debate se destacó el importante papel de la robótica y su repercusión en todos los ámbitos de nuestra sociedad, en un contexto de cambios tecnológicos producidos a una velocidad de vértigo.

Fernando Fandiño, Director Regional y de Ventas del Sur de Europa y MEA de MiR, empresa de origen danés especializada en soluciones de robótica móvil, fue el encargado de moderar y presentar Robotic Talks by MiR. Tras introducir a los ponentes, Llorenç Servera, ingeniero y profesor de la Universidad EUSS de Barcelona y Jan Puig, ingeniero industrial, Director comercial de Pilz España y Portugal, lanzó dos cuestiones para abrir la mesa de debate: «¿cómo evolucionarán estas tecnologías de aquí a cinco años?, ¿de qué modo se relacionará el ser humano con estos automatismos?»

Ante este planteamiento inicial, el profesor Llorenç Servera, Doctorado en Ciencias Físicas en la especialidad de Nanociencia, remarcó que hacer previsiones de futuro a cinco años vista es extremadamente complejo. Nadie podía prever lo que ha sucedido en los últimos tres años. Según Servera, lo que sí que podemos afirmar es que el protagonismo de la automatización y la robótica implican un cambio positivo, ya que en términos generales suponen una mejora de nuestro bienestar y calidad de vida. «Los robots no van a quitarnos el trabajo, lo van a modificar. Por lo tanto, sólo nos queda adaptarnos al cambio, como llevamos haciendo desde la Prehistoria».

En este sentido Servera puso en relieve el método ‘engineering by doing’, una innovadora metodología impulsada desde EUSS, centro adscrito a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que permite desarrollar las competencias de los alumnos. Es decir, potencia sus habilidades personales frente a los cambios, las competencias participativas, el trabajo en equipo y los conocimientos técnicos. Además, los alumnos tienen acceso a una bolsa de trabajo muy extensa que les facilita entrar en contacto con el mercado laboral. En este punto, el profesor subrayó la importancia de establecer sinergias entre la universidad y la empresa.

El profesor no quiso finalizar su intervención sin poner en relieve el valor añadido de la robótica móvil e industrial. En este sentido, destacó la incorporación de la automatización en todos los ámbitos sociales de una forma transversal: desde la logística, la automoción, la robótica asistencial para ayudar a personas dependientes, hasta las aplicaciones biomédicas o los robots móviles encargados de la desinfección en quirófanos. Ahora bien, según Servera, en la otra cara de la moneda están los sistemas de inteligencia artificial que ya han reemplazado puestos de trabajo en algunos consejos de administración de grandes empresas. En su opinión, en los próximos cinco años se nos presentan grandes retos.

Al hilo de la conversación del profesor, Jan Puig, en representación de Pilz, citó el titular de una noticia publicada en el Observatorio de la Ingeniería de España, en la cual se hacía referencia a que España necesitará 200.000 ingenieros adicionales en los próximos 10 años. Tal como comentó Puig, se trata de todo un desafío, tanto para los centros de formación como para las empresas.

Esta demanda tan elevada de mano de obra cualificada va a acelerar la modernización de nuestras empresas. Los centros de producción tendrán que integrar los avances tecnológicos para ser más competitivos y todo ello requerirá de todo un equipo de trabajadores, que acabarán renovando nuestro tejido empresarial. En todo este proceso la robótica jugará un papel fundamental.

Desde Pilz ya han notado algunos cambios, como, por ejemplo, una clara tendencia hacia la flexibilidad y la apertura en el entorno laboral. Según Puig, se ha producido una evolución en la utilización de los robots en los puestos de trabajo: hace unos años desarrollaban sus funciones en espacios vallados y delimitados y, actualmente, cada vez están más presentes en espacios abiertos, en los cuales interactúan robots y personas.

Todo ello implica una nueva manera de trabajar que precisará de un nuevo marco normativo. Tal como anunció Puig, en 2025 se va a publicar un nuevo reglamento a nivel europeo que va a incorporar todo un enfoque hacia la inteligencia artificial, el software como componente de seguridad y el ‘machine learning’. El objetivo no es otro que el de regular y certificar una maquinaria con una tecnología muy avanzada.

Tras estas interesantes reflexiones, la primera sesión de Robotic Talks by MiR llegaba a su fin haciendo mención a algunos de los hándicaps implícitos de esta cuarta revolución industrial: la ciberseguridad y el tratamiento de datos. Por su parte, Fernando Fandiño aprovechó para formular una última pregunta a los ponentes acerca de los límites éticos de la robótica.

En respuesta a la misma, Puig recordó que en proyectos europeos destinados a incorporar sistemas de inteligencia artificial y ‘machine learning’ en la industria, ya se cuenta en el equipo con psicólogos que evalúan los límites éticos y la respuesta humana ante máquinas que toman decisiones por sí solas.

Ante la cuestión planteada Servera señaló que se trata de un tema complejo que requiere del establecimiento de unos límites a nivel político-gubernamental: «la tecnología en sí no es ni buena ni mala, todo depende de lo que nosotros decidamos hacer con ella».

 

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