Neutralidad de CO2 para las plantas industriales y la cadena de suministro

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El especialista en sensores Leuze ha dado los primeros pasos hacia la neutralidad de CO2 y ya ha alcanzado este objetivo, al menos en Alemania. La empresa empezó revisando sus emisiones directas y optimizándolas sobre esa base. Gracias a amplias inversiones en edificios nuevos y existentes, redujo considerablemente su nivel de consumo de energía. Leuze también pudo mejorar notablemente la eficiencia energética en sus operaciones de producción. A ello contribuyó, entre otras cosas, la expansión masiva de la generación propia de energía renovable mediante el uso de energía fotovoltaica. Como resultado, la empresa pudo reducir la cantidad de electricidad que compraba a fuentes externas en aproximadamente un 50% el año pasado. Leuze lleva varios años utilizando electricidad 100% verde. Parte de ella procede de centrales hidroeléctricas propias arrendadas por Leuze.

Para compensar las inevitables emisiones directas de CO2, Leuze apoya un proyecto internacional de conservación forestal en el norte de Brasil, que abarca una superficie de unas 148.000 hectáreas. No se trata de un proyecto de reforestación, sino de preservar la selva tropical como depósito natural de CO2. El proyecto de conservación forestal ahorra emisiones al evitar la deforestación de la selva virgen. Y Leuze va un paso más allá: Su programa también incluye el examen de las emisiones indirectas en la cadena de suministro que, como en la mayoría de las empresas, representan un gran porcentaje y son más difíciles de influir. Por eso, el CO2 es también un problema de la cadena de suministro.

El ejemplo de la empresa Leuze ilustra los retos a los que se enfrentan las empresas. La industria es responsable de alrededor del 23% de los gases de efecto invernadero en Alemania. El 70 por ciento de la demanda industrial de energía procede de industrias que consumen mucha energía, por ejemplo, la siderurgia, el cemento o la química básica, como señalan los investigadores del Instituto Fraunhofer (ISI).

Los responsables deben analizar el lado de la oferta, pero también el de la demanda en el ámbito de la energía. Durante años, los fabricantes de maquinaria han estado debatiendo sobre el Internet Industrial de las Cosas (IIoT) y las máquinas conectadas concomitantes. La atención se ha centrado principalmente en el intercambio de datos de producción. El siguiente paso ahora es integrar las máquinas en el sistema energético de una empresa. Cuando una empresa dispone de su propia energía renovable y de bajo coste, las máquinas funcionan a toda velocidad. Lo mismo ocurre con los centros logísticos.

No siempre es necesario que un almacén funcione al 100% de su capacidad si las máquinas saben que un determinado camión está atascado. Para resolver este tipo de tareas, se necesitan conocimientos del sector. Los automatizadores poseen este conocimiento, que es la envidia de muchas empresas de alta tecnología. Pueden identificar de forma fiable efectos valiosos con el aprendizaje profundo, pero el conocimiento sobre un circuito de control no puede sustituirse tan rápidamente. Además, las empresas están desarrollando nuevos modelos de negocio, como el peak shaving. Y un vistazo a un futuro lejano, cuando un empleado conecta su e-car a la estación de carga en la planta por la mañana, el vehículo se convierte en un dispositivo de almacenamiento intermedio para uso de producción.

En HANNOVER MESSE, las empresas podrán obtener más información sobre estos sistemas energéticos del futuro, al tiempo que intercambian información sobre redes de corriente continua, adquieren software de gestión energética, analizan las cadenas de suministro y alinean su producción para obtener resultados neutros en emisiones de CO2.

 

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