Durante este periodo de transformación continua, es importante que las empresas se mantengan competitivas adquiriendo aquellas tecnologías necesarias para destacar y ofrecer a sus clientes y trabajadores la mejor experiencia posible. Es por esta razón que no hay que desestimar el valor del departamento de mantenimiento, ya que su correcta evolución hacia la era 4.0 también puede beneficiar a la empresa de muchas formas.
I-care, empresa especializada en el mantenimiento predictivo y fiabilidad, quiere transmitir las principales ventajas que supone implementar un modelo de Mantenimiento 4.0 en las fábricas, dando especial atención a los sistemas inalámbricos o wireless, que ayudan a conseguir uno de los objetivos clave de cualquier empresa: la optimización de sus recursos, tanto técnicos como económicos.
Las dos principales propiedades de estos sistemas wireless son la posibilidad de operar en remoto y la anticipación a cualquier problema, permitiendo así los siguientes beneficios:
- Reducción del número de fallos y averías no previstas
- Prolongación de la vida útil de los equipos y de su fiabilidad
- Disminución del tiempo de parada, tanto para operarios como para máquinas
- Realización de un seguimiento de forma periódica y automática sin necesidad de la presencia de un técnico
- Acceso en cualquier momento a toda la información recogida durante el proceso de monitorización
- Aviso instantáneo de cualquier anomalía en los equipos para una rápida intervención
- Optimización del tiempo del personal, puesto que pueden invertir las horas de medición en otras tareas
- Reducción del número de accidentes laborales. Este tipo de dispositivos son idóneos para equipos ubicados en zonas peligrosas o de difícil acceso
Estas utilidades permiten a su vez un ahorro de costes significativo en:
- Traslados de operarios a planta
- Piezas de repuesto para los equipos
- Cualquier pago que se produzca por accidente laboral
- En el proceso de producción si se produjese una parada de planta de forma inesperada
Un ejemplo práctico, en el que se pueden ver reflejados algunos de los puntos anteriormente mencionados, es el caso de una importante empresa del sector papelero, que apostó por los sensores inalámbricos de I-care, los Wi-care, y su plataforma online, I-see, que recoge todos los datos recolectados durante los procesos de medición.
La compañía se decidió por incorporar estos dispositivos en su fábrica y se instalaron en uno de los equipos principales de la planta. Durante el proceso de monitorización se detectó, mediante una alarma automática en I-see, una frecuencia de vibraciones característica de un defecto de pista interna en uno de los rodamientos y que fue confirmado por un técnico in-situ. Tras un análisis en profundidad del problema y de su evolución, se decidió programar una parada consensuada con el cliente y sustituir la pieza dañada.
Lo que pudo haber sido una gran pérdida de dinero para la empresa, se pudo solucionar gracias a los sensores Wi-care y a los análisis posteriores del experto, evitando así una detención completa e inesperada de todo su proceso productivo.