Durante el proceso de planificación de la planta, a menudo nos encontramos con dificultades que ralentizan el proceso o nos impiden anticipar riesgos de cara a la cumplimentación de los pedidos en cantidad y tiempo. Un caso muy típico es el caso en el que nuestro proceso productivo presenta cuellos de botella. Generalmente, nuestros ERPs hacen cálculos con capacidad ilimitada, es más, frecuentemente, la capacidad de nuestro proceso depende del mix que tenemos que fabricar. En otras ocasiones, tenemos una concatenación de varios procesos o unas rutas de producción matriciales; en ambos casos puede resultar difícil identificar si hay un cuello de botella, en qué máquina se sitúa y en qué momento.
En los casos más complicados, podemos encontrarnos incluso con que la limitación viene de un utillaje que no solemos tener representado correctamente en el ERP. Todas estas situaciones nos llevan a tener que realizar maniobras y cambios de última hora con la consecuente pérdida de eficiencia: horas extras, paradas inesperadas, incumplimientos y penalizaciones con clientes, transportes extraordinarios, etc. Todo ello redunda negativamente en la moral de nuestros colaboradores.
La nueva versión de EMI Suite 4.0 dispone de una herramienta Smart planner que resuelve todos estos problemas, identificando claramente los cuellos de botella, tanto de máquina, como de utillaje. Al ser una aplicación web, es visual e interactiva, lo cual facilita enormemente la comprensión de la situación por parte de los equipos de logística y de producción.
Según la parametrización, el Smart planner puede alertar también sobre la disponibilidad del resto de los recursos: mano de obra según la polivalencia establecida, materias primas, material para procesar (Work in Process), contenedores, etc. Por último, según el grado de madurez en la toma de datos reales de producción, el Smart Planner puede hacer una planificación estadística que tiene en cuenta la variabilidad de la demanda, de la producción y de los aprovisionamientos para decidir qué producir, en qué máquina, por cuánto tiempo o en qué cantidad así como qué materia pedir, para cuándo y en qué cantidad. Todas estas decisiones se podrán tomar con una total visibilidad sobre los percentiles de confianza con los que cubrimos el riesgo de quedarnos si material o de no respetar los plazos del cliente.