La baja implementación de tecnologías como la IA o el Big Data dificultan la digitalización del tejido empresarial

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La digitalización, la innovación y la implementación de tecnologías avanzadas, como la Inteligencia Artificial (IA) o el Big Data, favorecen el desarrollo económico y la creación de riqueza. Además, ayudan a incrementar el capital humano con capacidades tecnológicas, reducir el impacto ambiental y, por consiguiente, mejorar la productividad y el crecimiento sostenible, aumentando el nivel de bienestar de la sociedad y favoreciendo el empleo de calidad. Sin embargo, la cantidad de perfiles digitales continúa siendo insuficiente lo que genera dificultades para avanzar al ritmo adecuado en los procesos de digitalización.

Así se muestra en el II Observatorio sobre educación digital de The Valley, el cual realiza una radiografía del mercado laboral para especialistas en posiciones digitales y tecnológicas, que cada vez son más demandados y cuya formación e incorporación al mercado laboral marcará el proceso de transformación digital del tejido empresarial español.

Juan Luis Moreno, Partner y CIO de The Valley destaca la necesidad de integrar tecnologías disruptivas como la IA y el Big Data en el tejido empresarial español y señala como clave la “capacitación en competencias digitales y la constante actualización de conocimientos y herramientas de los profesionales para lograr implementar mejoras que transformen la economía”.

Actualmente, el 36% de la población española carece de competencias digitales básicas. En este sentido, a pesar de que España se posiciona como la séptima economía digital más avanzada de la Unión Europea, según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI 2022), esta falta de competencias digitales supone un freno para la transformación digital a nivel nacional. A este respecto, desde la Unión Europea se remarca la importancia de implantar tecnologías digitales con el fin de promover una economía justa y competitiva, una sociedad abierta y sostenible y mejorar, así, la calidad de vida de los ciudadanos.

Para implantar una transformación digital a nivel nacional y reforzar las capacidades digitales que son críticas actualmente, desde el Gobierno español se puso en marcha la estrategia “España Digital 2026”, cuyos objetivos para 2025 incluyen que España siga liderando la implementación de la tecnología 5G en Europa (incentivando su contribución al aumento de la productividad económica y al progreso social), que el 25% de las empresas españoles empleen Inteligencia Artificial (IA) y Big Data y conseguir incorporar al sistema económico 20.000 especialistas en IA, ciberseguridad y datos.

En este sentido, las tecnologías disruptivas (internet de las cosas, IA, Big Data, nube, ciberseguridad, robótica, blockchain, realidad virtual y aumentada, etc.), así como la tecnología 5G, tienen un papel primordial en la digitalización, como consecuencia de la necesidad de una transformación tecnológica constante y dinámica.

Baja integración de la tecnología digital en las empresas, especialmente en las PYMEs

Las empresas españolas siguen teniendo bajos niveles de integración de tecnologías nuevas y avanzadas, como la nube, la IA y el Big Data. De hecho, solamente un 8% de las empresas utiliza IA y un 9% Big Data. Actualmente, España ocupa la undécima posición en relación con la integración de la tecnología digital en las empresas, según el Índice DESI 2022 y solamente el 17% de las empresas españolas tienen incorporados profesionales con competencias digitales en sus equipos, así como muestra el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI).

En relación con la Inteligencia Artificial, la adopción de este tipo de tecnologías en la Unión Europea es bastante baja, en general; por eso, desde Europa se ha marcado como objetivo para 2030 que más del 75% de las empresas europeas adopten tecnologías de IA. Además, en 2021, la adopción de IA por parte de las grandes empresas fue tres veces mayor que la de las PYMEs (29% y 7%, respectivamente). Concretamente en España, aunque la adopción de IA es igual a la media europea (8% de las empresas), hay determinadas tecnologías avanzadas cuya implementación es baja, como es el caso de los macrodatos o la nube.

Esta situación pone de manifiesto la necesidad de contar con este tipo de perfiles en las compañías, ya que la falta de especialistas con formación digital avanzada limita la productividad y el crecimiento económico y dificulta la integración de tecnologías en las empresas en general y, especialmente, en las pequeñas y medianas empresas.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que sigue existiendo una brecha significativa entre las grandes empresas y las PYMEs, no solamente en la utilización de tecnologías avanzadas, sino también en la implementación de soluciones básicas. De esta forma, solamente el 60% de las PYMEs españolas cuentan con un nivel básico de intensidad digital, situándose por debajo del objetivo europeo del conseguir que sea el 90% de ellas para 2030.

Así, la integración de tecnologías avanzadas en las empresas españolas podría favorecer su productividad y crecimiento, así como su expansión a otros mercados.

La implementación de tecnologías mejora la economía y transforma la sociedad

Entre las tecnologías aplicadas en España, se encuentra la tecnología 5G que permite una hiperconectividad global que impacta positivamente tanto a nivel económico y empresarial como social, ya que permite mejorar la competitividad, la productividad, el uso de los recursos y la calidad de los servicios. Además, a nivel ambiental, es un elemento clave para la transformación digital y ecológica de las empresas, las personas y toda la sociedad en general. En España, se prevé que para 2025 el impacto de las tecnologías 5G generarán más de 300.000 puestos de trabajo e inversiones por valor superior a los 5.000 millones de euros, así como indica el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.  Además, desde la Comisión Europea se plante alcanzar, en el mismo año, una cobertura ininterrumpida 5G en las grandes zonas urbanas y en las principales vías de Europa.

Este punto es especialmente relevante ya que, a pesar de que España tenga una de las puntuaciones más altas en conectividad (puesto número 3 por segundo año consecutivo), así como indica el índice DESA 2022, sigue existiendo una brecha de cobertura entre las zonas rurales y urbanas, hecho que dificulta la aplicación del 5G. Contar con una infraestructura de conectividad y emplear tecnología 5G es fundamental para conectar a la población, impulsar la economía y cohesionar a todos los ciudadanos en cualquier territorio, así como se puso de manifiesto durante la pandemia.

Falta de formación en competencias digitales básicas y avanzadas

En España, el 64% de la población cuenta con competencias digitales básicas, situándose por encima de la media de la Unión Europea. Sin embargo, el objetivo es que, para 2030, el 80% de los españoles tengan, al menos, competencias digitales básicas.

Es importante tener en cuenta que, para conseguir esta transformación digital de la sociedad y la economía, no es suficiente con tener acceso a Internet, sino que es necesario formaciones en materias digitales para adquirir las capacidades adecuadas y poder sacar el máximo partido a las herramientas digitales. A esto se suma que la mayor parte de los puestos de trabajo actuales requieren de capacidades digitales básicas y avanzadas. De hecho, tras la pandemia por COVID-19, el sector tecnológico experimentó un crecimiento del empleo muy positivo. Sin embargo, actualmente la escasez de profesionales formados en capacidades digitales está dificultando el desarrollo, la implementación y utilización de tecnologías digitales emergentes, hecho que es más palpable en áreas como la IA o la ciberseguridad.

Además, aunque se ha producido un ligero incremento del número de especialistas en TIC en los últimos años, España sigue por debajo de la media europea (4,1% frente al 4,5%). Esta falta de personal especializado en TIC supone un freno para la productividad, especialmente en el caso de las PYMEs. Además, según la ONTSI, el 25% de las empresas españolas y más del 50% de las europeas han tenido dificultades para encontrar un perfil digital que se ajuste a sus necesidades.

En este sentido, Juan Luis Moreno afirma que “la adquisición y el desarrollo de competencias digitales mejora la capacitación de la población y promueve un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, por ello hemos desarrollado distintos programas de formación ajustados a las necesidades de cada profesional, independientemente de si quieren ampliar sus capacidades o cambiar su carrera, cuya duración, así como el empleo de metodologías ágiles y flexibles, permiten compatibilizar la formación con la vida laboral”.

 

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