Las últimas décadas han traído un crecimiento exponencial de los avances tecnológicos, lo que ha supuesto también una sucesión continua de revoluciones que han transformado por completo nuestras industrias.
En menos de 40 años, se ha pasado de utilizar ordenadores únicamente para determinados procesos a industrias completamente inteligentes e independientes basadas en la tecnología y la innovación.
Hablamos de Industria 4.0 al referirnos a aquellas organizaciones que consolidan su actividad en la digitalización, con tecnologías como el Internet of Things, Inteligencia Artificial, Cloud o Big Data (por citar las más conocidas). Son industrias con una gran capacidad de adaptación tanto al entorno como a los cambios y que tienen ante ellas un mundo de posibilidades incalculables. Además, la importancia de esta cuarta revolución industrial radica en que las empresas se dirigen hacia un modelo sostenible y cada vez más respetuoso con el entorno. Esto permite que la hiperconectividad y la capacidad de automatización de los procesos prioricen aspectos como el ahorro energético y la utilización de fuentes de energía seguras, sostenibles y competitivas (ámbitos fundamentales de la Estrategia Europa 2020 de la Comisión Europea).
Cada segundo, las industrias conectadas (edificios, robótica, redes de energía, vehículos de logística, etc.) generan cantidades asombrosas de datos, pero la gran mayoría de ellos se están desperdiciando. En este contexto, un tema clave es saber cómo las organizaciones están empezando a utilizar tecnologías IIoT (Industrial Internet of Things), como Edge Computing y Digital Twins, para extraer conocimientos más profundos de los datos con multitud de ventajas.
Procesamiento de datos con Edge Computing
Los miles de millones de dispositivos conectados que nos rodean recolectan una gran cantidad de información para enviarla a la nube, donde grandes centros de datos la procesan para obtener ciertas conclusiones o activar ciertas acciones. En este proceso surgen problemas, ya que en la mayoría de las ocasiones no se hace nada con la gran cantidad de información que obtenemos. Lo adecuado para esta situación sería cambiar ese funcionamiento (en ocasiones) ineficiente de los dispositivos, aportando mucho más autonomía y haciendo que sean más inteligentes.
El Edge Computing permite que los datos producidos por los dispositivos se procesen más cerca de donde se crearon, en vez de enviarlos para que lleguen a centros de datos y nubes de computación. De esta manera nos ofrece grandes ventajas, ya que permite a las organizaciones analizar datos prácticamente en tiempo real, algo que es considerado como una necesidad en procesos industriales como la fabricación y producción. En ciertos entornos es obligatorio reducir latencias, lo que implica reducir retardos en red y consumir menos ancho de banda. Esto implica procesar sólo los datos concretos.
Los analistas también destacan el potencial del Edge Computing. En concreto, IDC predice que para 2019, el 45% de los datos de IoT se almacenarán y procesarán usando esta estrategia.
En definitiva, el Edge Computing se puede utilizar como una tecnología que complemente al Cloud para conseguir ventajas en proximidad (los dispositivos se sitúan cerca de los equipos), localidad (funcionan de forma aislada al resto de la red), ciberseguridad (disminuyen y descentralizan la cantidad de datos) y menores consumos energéticos.
Simulando la realidad con Digital Twins
Los Digital Twins son modelos virtuales de activos físicos o procesos industriales que aprenden y suministran datos continuamente para predecir el rendimiento de una industria. Una tecnología disruptiva centrada en mejorar la gestión de los equipos y aumentar la productividad optimizando los procesos.
Estas copias digitales se utilizan para hacer predicciones sobre el comportamiento del mundo real. Un “gemelo digital” que actúa como el objeto físico, y constantemente está formándose con los datos que está generando. Como resultado, la simulación se puede emplear para identificar fallos, representar escenarios de la vida real y analizar el rendimiento en un entorno controlado. Por ejemplo, un fabricante podría probar ajustes en sus operaciones sin necesidad de detener la producción.
El Internet Industrial de las Cosas marca el comienzo de una era industrial digitalizada que tiene como objetivo impulsar sistemas de gestión completamente eficientes y eficaces. Los avances tecnológicos, como el Edge Computing y Digital Twins, nos permiten realizar los cambios necesarios para optimizar el uso de la energía en las instalaciones, reducir el consumo y ser eficientes con los recursos que disponemos. Desde la innovación de productos y servicios hasta la analítica predictiva, los casos de uso de IIoT continuarán expandiéndose a través de sectores con gran potencial de adopción, como son energía, transporte, salud, agricultura o gran consumo.
Autor: Eric Polvorosa Pascal, Marketing & Communications Specialist en GMV