Energía limpia, la clave de un futuro conectado y sostenible

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En un mundo dominado por la digitalización y donde la información no deja de cobrar protagonismo, el sector de los centros de datos está en plena expansión y crecimiento, y con él se está produciendo un incremento en la demanda de energía.

Las instalaciones consumen cada vez más recursos para ser capaces de mantener los niveles de conectividad que demanda la época actual, una tendencia que confirman los propios datos.

Según el informe anual Cisco Visual Networking Index, el tráfico IP global alcanzará los 4,8 Zettabytes para 2022, y según estimaciones de Cushman & Wakefield, en la última década se han añadido unos 100 mil millones de dólares al valor del negocio de los centros de datos. En concreto, resulta significativo el crecimiento de los centros de datos modulares, sector que según un estudio crecerá a una CAGR (tasa de crecimiento anual compuesto) del 22,3% en la próxima década.

Sin embargo, en paralelo a esta tendencia encontramos una que ha adquirido mucha fuerza en los últimos años: el camino hacia la eficiencia y la sosteniblidad. Sin ir más lejos, un reciente documento publicado por Bloomberg señala que la estrategia de la Unión Europea en este sentido pasa por trasformar el sector del data center europeo hasta convertirlo en neutral en carbono para el año 2030.

El 0,8% del gasto energético mundial de 2019 vino dado por el consumo de los centros de datos, y las previsiones apuntan a que esta cifra se mantendrá hasta 2022 gracias a las tendencias en la eficiencia del hardware de estas infraestructuras, según la IEA.

Eaton, líder en gestión de energía, recalca el problema de la huella de carbono que generan los data centers y plantea la integración de las energías renovables en ellos como la dirección a seguir para revertir esta tendencia y construir un futuro más sostenible.

En este sentido, Javier Martínez, sales application engineer en Eaton, comenta que “la irrupción de las energías renovables nos permite aprovechar más que nunca una capacidad que los centros de datos poseen desde años, la de almacenar y gestionar grandes cantidades de energía. Integrar la energía renovable en un data center exige tener un absoluto control sobre ella; y el modo en que se gestiona la energía en este tipo de instalaciones es la capacidad que otorga este control”.

Almacenamiento energético para un centro de datos más verde

Para lograr este objetivo de sostenibilidad, hay que partir de la base de que es imprescindible la inversión en una instalación crítica, como es uno o varios SAIs que aseguren la continuidad de la producción en caso de una contingencia eléctrica. De esta forma, se dota a los operadores de estas instalaciones de capacidad para almacenar energía que pueda ser utilizada bajo demanda para proporcionar energía limpia y confiable, además de como fuente de energía de respaldo.

Gracias a este sistema, los operadores pueden participar en programas de respuesta a la demanda mediante la venta de energía de vuelta a la red y/o maximizar el consumo de energía renovable producida localmente para alimentar los edificios. El sistema siempre tendrá un determinado nivel de almacenamiento dedicado a su misión principal, que es la de sistema de alimentación ininterrumpida, y el sobrante de energía puede usarse como se desee.

 “Aquí hablamos de sistemas modulares y escalables que crecerán y se adaptarán a las instalaciones según las necesidades y no al revés, pudiendo llegar a potencias de varios megavatios, así como de varios megavatios hora, con una gran capacidad de almacenamiento en estos entornos”, afirma el responsable de Eaton.

Optimización de la inversión para reducir la huella de carbono

Si los centros de datos buscan nutrirse de energía limpia para eliminar esa huella de carbono, el principal objetivo debe ser optimizar la inversión y enfocarla en proporcionar energía de alta calidad, así como en dotar de ininterrumpibilidad a una instalación, añadiendo capacidades de:

  • Integración de la energía renovable dentro del suministro energético normal de una instalación.
  • Almacenar energía de una fuente renovable para usarse en un periodo de facturación pico en aras de bajar la demanda de energía de la red eléctrica comercial.
  • Participar en programas de respuesta a la demanda, de acuerdo con la normativa local de cada territorio.
  • Estudiar la integración de estaciones de carga de vehículo eléctrico en este tipo de instalaciones.
  • Poder devolver los remanentes de energía de nuevo a la red eléctrica, si se dan las condiciones.
  • Soportar desconexiones puntuales de la red.

 

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